domingo, 21 de julio de 2013

3

Sube en un columpio impulsado por el viento
la gracia celeste que emana alguna flor
en búsqueda del beso puro
atravesado por el pasado.
Sube en un columpio para caer,
bajo la tierra sucia
impregnada de gusanos y restos de huesos.
Se arrastra para bañarse en barro
adherirse a la basura que
ha quedado sola,
untada en los años.
Y despierta cubierta,
la bombilla del faro,
se apagó. 
Escucha, pues no ve, un canto.
Y unos gemidos.
Incluso puede sentir, como la sal
del agua penetra la tierra,
para lentamente
alimentar su deseo de vida.

No hay comentarios: