lunes, 18 de marzo de 2024

Escribir aquí

es como gritarle a una persona que no sabe escuchar.


Querer saberlo todo:

haciéndome la tonta

al no saber que

la verdad puede arrancarte

las raíces del estómago


lunes, 4 de marzo de 2024

Me pide que no me detenga, que no corte el orgasmo cuando está dentro mío, insistiendo, cogiendo, pellizcándome, dejando su dedo al interior de mi boca, cabalgandome con su cuerpo y su brazo agarrado a mi cabello. Yo le pido que pare. No puedo permitir que siga robándome el aliento, lo poco que me queda. Temo la sensación de vacío posterior. Temo la pena que pueda embargar si es que ella me absorbe. Claro, estas palabras están llenas de miedo. Algún día le dije que yo no sentía tristeza. Me parece gracioso que lo haya creído. Intento no mentirle, pero ¿cómo no mentirle a la persona que se ama? Si ya las palabras hacen la ficción de una comprensión completa. Esa pretensión es una mentira. Le dije que no sentía tristeza, pero con el objetivo de no tener que hablar de mi pasado. Aguanto el orgasmo, para no tener que vivir la tristeza. Esa que me hace llorar luego de follar. Una vez arriba de mi cuerpo, se lleva todo. Ocupa cada hueco. Me deja en un espacio invivible. Ya escribí sobre eso en líquido amniótico.  No todos tenemos el privilegio de caer en un hueco acolchado.