miércoles, 5 de junio de 2013

Me sigue.
Siento su mirada, penetrar en mi espalda.
Sus ojos escapar,
para adherirse
en mí. 
Como un sueño que no fue compartido.
En el que cargo en mis brazos,
los restos que temen
la soledad,
me sigue.

La siento,
a veces sus manos.
A veces un roce.
Suele ser,
tan solo, imaginación.
O quizás algún recuerdo
de cuando,
la sentía.

Vuelve a mí,
para recuperar esperanzas.
¿Por qué te fuiste?
Jugaríamos eternamente,
a mirarnos y sonreír.
O podría verte quizás, 
crecer. 
Crecer semillas
destinadas a la vida.

Cántame, desde mi interior.
No desesperes,
ante la ausencia del amor.
Yo estaría para tí
tu para mí.
No habría dolor.
Podríamos bailar,
sostendría tus manos.

Te fuiste y ya no sé dónde estás.
Como un pájaro que canta,
y deja de cantar.
Canta pajarito
que vienes de aquí para allá.
El sol te lo pide
pajarito que vuela sin cesar.
Ya no te veo pajarito,
te esfumaste sin cantar.
Pues a mí no me importa,
siempre te voy a recordar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo tam-
bién
puedo hablar
así.

O más
bien,
escribir.

Es
bien
extenuante,
a decir la verdad.