domingo, 20 de julio de 2014

Nada me importa

Escribo
cuando nada me importa.
Arropo
mi cuerpo contra las sábanas
aquellas mañanas que enfrían
la ventana.

Las miradas de algún peatón ambulante,
a veces,
me asustan,
mis uñas pareciesen deshacerse solas,
y escucho un sonido injurioso que
logra azotar mi cuerpo.

Más cuando el miedo sucumbe
escribo,
pues nada me importa.

Si pudiesen mis palabras
plasmar el temor
cual viento divino
de algún piloto japonés,

O si lograsen ellas mismas,
por si solas,
escapar del tiempo

entonces,
sospecharía
de mí (misma)
pues nada me importa.




No hay comentarios: