Voy hacia la roca que cubre
los rieles de tren oxidados.
Un año atrás los regué con agua de alcantarillas,
para desaparecerlos
que engreída.
Ven, camina hacia mi abandono
y protege las tierras secas
y protege mi semilla
y protege mi ánima
y protege.
Cuída mi tumba del sonido de las moscas que revolotean mis cabellos en búsqueda de, no sé que cosa.
Cuída mi cariño que suelo desperdiciarlo inútilmente en tan solo, niños.
Cuídame a mí, pues ya nadie me cuida.
Y cuídame, y deshace la agujeta creída
y cuídame
y cuídame
y cuídame por última vez
en los segundos en que sola me acuesto y rezo
para cuidarte.
1 comentario:
A lo largo de la costa rompen las olas de nubes, un rezago,
Los soles gemelos se hunden tras el lago,
Las sombras se alargan
En Carcosa.
Extraña es la noche en que se alzan negras estrellas,
Y lunas extrañas circulan los cielos dejando huellas,
Pero más extraña aún es la
Perdida Carcosa.
Canciones que cantarán las Híades por Ley,
Ahí donde aletean los andrajos del Rey,
Deben morir sin escucharse en la
Sombría Carcosa.
Canción de mi alma, mi voz está muerta,
Muere tú inaudita, las lágrimas contenidas en alerta
Se secarán y extinguirán en la
Perdida Carcosa.
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