domingo, 26 de enero de 2014

Mis ojos desaparecen en los tuyos
 mi mano acaricia un pasado dañado
Mis besos inseguros temen
Signos, signos y signos que narran
la historia desamparada
de una niña, siempre niña
que un día en mujer se convirtió.
Cierro un libro y viene otro con el mismo título.
"Latidos que se apagan y un corazón roto"
Pamela suele equivocar sus acciones
y mirar con ojos grandes las mentiras
las ingenuas mentiras
que para ella rigen su vida.
El ego en el poema que a nadie le interesa.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Mentiras rigen las vidas de los mentirosos.
Que no por mentirosos serán menos sinceros.
Hebras perdidas,
dormidas,
torcidas,
batidas,
vencidas y
caídas.

Por azar recogidas,
hiladas,
en cuerda.
Para pararse.
O colgarse.
O subir a lo alto, donde el aire es escaso
pero se puede pensar un poco
sobre todo lo que fue y no terminó en un abrazo.

Ahí donde no hay nubes
ni luces
sino estrellas.
Faros desnudos.
Signos que narran
lo que fue y nadie vio.

Signos...
No hay un modo;
no hay un punto exacto.