miércoles, 22 de agosto de 2018

siempre algo en cierto modo acabado en sí


Admisión pacífica de lo inevitable
en ello reside la eternidad de su instante
es ella que deja su marca engañosa
es ella quien tiende a anularse
así, desmesurada y frágil
evocando
la mirada
del soñador diurno farsante.

(La estabilidad 
es un movimiento infinitamente negociable
el exceso de palabras calmas que bailan:
una ola; el atardecer; tu aliento)

En ello radica la eternidad de su instante
la escena reconciliada con
el caos 
admisible:
no dejar emprender la pena
y dejar
siempre algo en cierto modo acabado en sí
un deseo desnudo
una piel de gallina
una mirada ausente
por ejemplo.

Pero sí,
es ella quien tiende a anularse
delicada se aferra a la tierra
para hacer de la vida un poema
que cubra de velos la noche
y trocará así su alma vencida
a quien por ella
cante
misterioso
esa obstinada rima
(esa que está permitida).







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