sábado, 18 de agosto de 2018

Me quedé sin cuaderno donde escribir. Me quedé sin libreta, sin cuadernillo, sin croquera, sin nada. Me quedé sin espacio en la esquina de un papel rayado del cuaderno del 2015. Me quedé sin página vacía del otro lado desperdiciada.
Solo tengo hojas sueltas, hojas sueltas que se pierden en el momento en que uno las deja. Hojas sueltas que no traman una historia, que no dejan una secuencia de continuidad (o discontinuidad) al ser escritas. Sueltas, perdidas, como si no valiesen nada por su disgregación, por su independencia altanera con respecto a las otras hojas.

1 comentario:

drago dijo...

Buenísimo, nada que decir. "Sueltas, perdidas, como si no valiesen nada por su disgregación, por su independencia altanera con respecto a las otras hojas"