domingo, 26 de agosto de 2018

hay moral en el perderse recatados

Para P.

I

Noche quieta nublada
esparce
polvo holgado en nuestras manos
castañea
la nieve como flores blancas
para aspirarnos
siendo
huecos
con nuestro tacto machacado
de contento frío
chocando cuerpos
chocamos
a tropiezos
tu silueta disuelta en mi sueño
nuestros dientes torpes
yo mujer impostora
(frívola corría en el sueño escapando)
de lo oportuno me agarro
para no amar
lo más crudo
de las encías sangrando
del desastre espontáneo
frenado en un beso
que detenía
la moral irresuelta
socavada en escombros de posibilidades
no hay moral en el perderse recatados
en el perderse
ahogados en cautela
a la orilla del río Mara enlazados
fueron dos lunas
dos lunas bastaron
una cercana otra de ojos negros
te miré para ensuciarte
tantas otras veces te miré para limpiarte
tus manos negras tus pelos tiesos tus olores:
revelación morbosa esa la del olor
rompe la primera verja
hace olvidar la precaución.








No hay comentarios: