Perdimos una vez jugando. Nos perdimos como para no tener que olvidarnos. Sonaba eso mejor a dejar el recuerdo. Luego jugamos al infinito. A que nada nos sacaba ese recuerdo. Jugamos porque era un juego, o jugamos para hacer también una fantasía. Crear algo que fuese inabarcable y evitar alcanzarnos. A eso jugábamos en realidad. A nunca alcanzarnos.
4 comentarios:
A nunca alcanzarnos.
Arrastrando las yemas de los dedos por el vidrio esmerilado.
y sus palabras se contradijeron, se objetaron como muebles en casa de muñecas
Y te sonrío porque me doy cuenta de que te digo que si y que no en una misma palabra.
Publicar un comentario