miércoles, 4 de marzo de 2015

FIN

Ciertos eventos me guían hacia un final
que abruma y desprende
el caparazón con que me cubro
en noches obscuras
en dolores ajenos.

Con colores de esmeraldas
se reflejan llamativos los ojos
de fantasmas sumergidos en la amplitud
del vacío.

Pretendo seguir aún,
mientras el fuego se apague
y mis piernas tiemblen
por dar otro paso.
Pues camino para no ahogarme,
y con cada paso penetro la marea,
desconocida y gigantesca.
No hay tierra a la vista,
¿Alguna vez la habrá?

Solo un ritmo repetitivo.
Solo el crujido de los dientes
que silenciosos juegan a besarse mientras duermo.
Y mientras duermo un mar se lleva mis cosas.
Más pronto me las devuelve mojadas y arrugadas.
Para asustarme
y luego alentarme en la cuna.
Mientras duermo un mar se lleva personas
y no todas vuelven,
pues flotan tras la ola despreciable
y yo lejos estoy de rescatarlos
aún lucho por encontrar la tierra.

¿Con qué caparazón podría cubrirme
ahora que varo en las aguas desconocidas?
Solo  me permito pensar en un final.

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