jueves, 15 de agosto de 2019

voz hurtada

su voz que me la privaron destos días
ahí en los ojos aguachados
insatisfechos como grietas
-sí que los ojos tienen voz-
me decía ésta que me aquiete
y luego todo lo contrario:
tal como me movía
buscándome otros ojos callados
que me dijeran si acaso o servía o
si mi calma ya no pertenece,
perdida me aguaba en las señales
desos gestos de su voz hurtada.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El camino de regreso me llevó por barrios viejos. El atardecer - su luz, sus nubes, sus colores, bajo los cuales nos quisimos - lo tapan colosos extraños, esqueletos de vidrio y acero. Reconozco una calle, y a su final una plaza.

Esos lugares de nuestro pasado, ¿son ellos los embrujados o nosotros los fantasmas?

Pm dijo...

¿Pensaremos en la misma plaza?