miércoles, 3 de abril de 2019

Olor


lo huelo al correr de trazada a la cotidianidad
de estar groseramente intacto frente
a los hechos placenteros tú solo sabes que
de mi ya quedó casi
sin quererlo:
mi piel blanca
cuya flor de puntos procesan
el olor expedido de la mujer del mall
que de la registradora hacia afuera ya no
toca nada
ni del sabor de unos culpables de creer
que de si mismos sí son 
en un
para mi 
que me peino una y otra vez mientras escucho
la voz de belleza ronca
decirme donde vivir si sol habrá mañana
o a quien remanguerearon hoy los civiles que
mueven sus caminos de
la tierra de hombres
de piel comercializada
para retenernos
grotescamente olernos cuerpos bañados
poner de frenos nuestros pezones
de inconexas oraciones
para no solo después vernos unos minutos 
en sueños que
ya son casi séis horas
sumadas, si las sumo sí
ya son séis horas.

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