jueves, 22 de marzo de 2018

Salvar el alma




El cura
para condenar la horribilidad
de las penas eternas
predicaba
la imagen ardiendo
la imagen espantosa del cuerpo
cuyo fin era
hacer temblar los corazones.
cuyo fin era
amanecer cadáver
morir toda la vida
morir la muerte
y morir luego una vez bien.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sin ritmo, caminata
sobre arena imperiosa;
escuálidos piratas
de vida ansiosa.

Pasos largo trazaron,
huellas gruesas
que de sol se llenaron.

La vergüenza enterraron
ante el umbral calado.
Sus pies lavaron
y olvidaron lo pisado.