martes, 21 de octubre de 2014

Gata

Esperar como una guarra
bajo el no sol de la noche, que
juega bajo mi brazo
el rasguño de un nuevo gato.
Y aún así esperar, 
imaginar, partes de sus cuerpos
reaccionando al frío aliento del otro.
a la vida a la muerte 
a conversaciones llenas de gemidos
risas y silencios
a la la rosa secada, 
bajo la celebración de un fin.
Un fin que aplaza su propia búsqueda.
Un fin anónimo con acento extranjero
con olor a un beso sometido
a reglas
a la completa honestidad
que jamás satisfacerá
ninguna perfección
que el ser humano desee encontrar.
Espero embobada por
la luz que me genera su
cercanía.
Y lejano y mentiroso 
ahuyenta sin piedad
cuanta necesidad 
busco y espero.
Nadie me pidió hacerlo.
Espero bajo el no sol de la noche,
pero mi gata,
ya se quedó dormida.


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