jueves, 7 de julio de 2016

No saber notar la abundancia

No saber notar la abundancia
peca el cuerpo de los que caminamos
por un largo camino
en su búsqueda.
Sucede que
cada palabra se hace necesaria,
pues no
logra
satisfacer
su silencio.
Buscar más allá
por imaginar el riesgo
de una cicatriz
repleta
en
agujeros.
Y temerle tanto que
nos aferramos
a cualquier
otra
posibilidad.
Hoy el presente
me aprieta
con calma
en dosis pequeñas.
Yo lo considero un honor:
pasa inadvertido
a un ojo de tormentas,
más yo lo veo
desde dos pupilas serenas.
Nada más preciado
que notarlo
en su forma
camuflada.
Y apoyar mi cabeza,
mi mejilla
hasta recibir
su calor.
U olerle como se huele
un mar imperturbable
que danza.

No hay comentarios: