Soñé que viajaba de Chile a Colombia para comprar tabaco y hacer un negocio de reventa de tabaco en Chile. Pero cuando estaba en el avión a punto a punto de despegar pensaba, ay no, que hice, ni siquiera sé si en Colombia el tabaco es más barato. Pero en fin, ya estaba en marcha y veía el despegue con temerosa emoción, y con la sonrisa que me da ver el mar recogerse. El avión despegaba en el mar, o cerca del mar -es un sueño- y ya en el cielo disfrutaba de la vista y los temblores propios de un avión imaginado. Pero como siempre, siempre que sueño con aviones, en algún momento algo pasa y el avión tirita más de lo debido y luego comienza a caer, y cae y cae, y yo estoy adentro aferrandome con las uñas al sofá o silla o quizás taburete que me contiene, hasta más no poder de apretar la mandíbula y sentir que los párpados se me van pa arriba y el hueco de mi estómago pa fuera. Entonces, el avión se caía y se cayó. Se estrelló contra el suelo, se hizo pedazos, roto completamente, añicos, pero por alguna sorpresiva razón yo seguía viva. Y podía ver el desastre de la caída.
La segunda parte del sueño es graciosa, ya que iba donde la aerolínea a cobrar mi compensación y ésta era de 200 euros. Que desgraciados pensaba yo, esto les cuesta una caída, 200 euros.
Al día siguiente tenía la última sesión con mi analista, en donde no le conté este sueño. Un sueño por lo demás muy útil para hacer uso de éste en un análisis, ya que cada vez que estoy angustiada sueño con caídas. Es tan así que pienso a veces si la caída va primero que la angustia y me sugestiono, o si no me doy cuenta de la angustia previo a la caída. Pero bueno, no le conté ese sueño. Solo le conté que ya no confiaba en él y que no sabía cómo proceder. Es delicado, me anunció con la voz fina que le caracteriza. Muy delicado.
Delicado me suena a femenino. Me parece que su elección de palabras no es arbitraria, cuando probablemente lo es. ¿Delicado porque somos dos mujeres involucradas en su despelote? Y esto me suena tal cual a terminar una relación. Le lloro a través del teléfono, le digo lo importante que es él para mi, le digo que yo nunca le digo eso a nadie. Lloro un poco más. Le digo que no suelo decir esto porque temo que me decepcionen, y que ahora él me decepcionó. Que no le exigí nunca nada e igual me decepcionó. Otro punto que podría tocar en mi análisis: ¿qué cosa me decepciona si supuestamente no le exigía nada? es decir, otra mentira que me hago o que me hice en realidad. El me dice adiós y corta la llamada, o quizás yo corté, pero en mi relato posterior él corta la llamada y yo pongo cara de puchero cuando le cuento a mi amiga. Pero en realidad pienso que quizás yo corté la llamada sin darme cuenta, de ansiosa, o de orgullosa, o ambas, qué sé yo. Todo el tiempo posterior a ésto pienso que aún no le pago la sesión. No sé si pagarsela. Esta duró 20 minutos y me costó 20 mil pesos. Algo suena a los 200 euros. No fue análisis, fue reclamación. Aunque todo podría considerarse análisis. ¿Se paga una reclamación?
En fin, prefiero simplemente pagarla, es la última, ya que más da. Lo último que pago por mi caída, por su caída.
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